LA CANCIÓN PIRATA

LA CANCIÓN PIRATA

CANCIÓN DEL PIRATA Con diez cañones por banda, viento en popa a toda vela, no corta el mar, sino vuela un velero bergantín; bajel pirata que llaman, por su bravura, el Temido, en todo mar conocido del uno al otro confín. La luna en el mar riela, en la lona gime el viento y alza en blando movimiento olas de plata y azul; y va el capitán pirata, cantando alegre en la popa, Asia a un lado, al otro Europa, y allá a su frente Estambul;

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Rimas.

Rimas.

RIMA I Yo sé un himno gigante y extraño que anuncia en la noche del alma una aurora, y estas páginas son de este himno cadencias que el aire dilata en la sombras. Yo quisiera escribirlo, del hombre domando el rebelde, mezquino idioma, con palabras que fuesen a un tiempo suspiros y risas, colores y notas. Pero en vano es luchar; que no hay cifra capaz de encerrarlo, y apenas, ¡oh hermosa! pudiera al oído, contártelo a solas.

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El diablo mundo.

El diablo mundo.

CORO DE DEMONIOS Boguemos, boguemos, la marca empujad, que rompa las nubes, que rompa las nieblas, los aires las llamas, las densas tinieblas, las olas del mar.

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Don Álvaro o la fuerza del sino.

Don Álvaro o la fuerza del sino.

Jornada Primera. La escena es en Sevilla y sus alrededores. La escena representa la entrada del antiguo puentes de barcas de Triana, el que estará prácticable a la derecha. En primer término, al mismo lado, un aguaducho, o barraca de tablas y lonas, con un letrero que diga: Agua de Tomares; dentro había un mostrador rústico con cuatro grandes cántaros, macetas de flores, vasos, un anafre con una cafetera de hoja de lata, y una bandeja de azucarillos.

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Leyendas.

Leyendas.

Introducción Por los tenebrosos rincones de mi cerebro, acurrucados y desnudos, duermen los extravagantes hijos de mi fantasía, esperando en silencio que el arte los vista de la palabra para poderse presentar decentes en la escena del mundo. Fecunda, como el lecho de amor de la miseria, y parecida a esos padres que engendran más hijos de los que pueden alimentar, mi musa concibe y pare en el misterioso santuario de la cabeza, poblándola de creaciones sin número, a las cuales ni mi actividad ni todos los años que me restan de vida serían suficientes a dar forma. Y aquí dentro, desnudos y deformes, revueltos y barajados en indescriptible confusión, los siento a veces agitarse y vivir con una vida oscura y extraña, semejante a la de esas miríadas de gérmenes que hierven y se estremecen en una eterna incubación dentro de las entrañas de la tierra, sin encontrar fuerzas bastantes para salir a la superficie y convertirse al beso del sol en flores y frutos.

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Narraciones Extraordinarias.

Narraciones Extraordinarias.

UNA EXISTENCIA VERTIGINOSA Deben haber corrido ríos de tinta tratando de desentrañar la obra de Edgar Allan Poe, un escritor por muchas razones considerado fundador de un tipo de ficciones, ensayos y poemas que le granjearon un lugar muy destacado en la literatura de cualquier tiempo. No resulta sencillo justificar estas razones, aunque éstas sean harto conocidas. Sin embargo, habría que intentarlo de un modo muy sumario. Poe nació en Boston, Estados Unidos, a comienzos del siglo diecinueve (1809) y vivió sólo cuarenta años (1849) de una existencia poblada de incidencias fuertes, agobiantes, que le llevaron a definir una serie de fenómenos estéticos y vitales configuradores de su modo de concebir el mundo. Los datos más conocidos de su vida se inician con la muerte de su madre cuando sólo era un niño de tres años, (fue hijo de dos actores ambulantes, David Poe y Elizabeth Arnold, que no tenían cómo mantenerlo; murieron ambos casi al mismo tiempo, dejando en el abandono a tres hijos de corta edad) y el posterior abandono de su padre, por lo cual debe ser confiada su crianza al señor John Allan, acomodado comerciante de Richmond, Virginia, y de su esposa Frances Allan, madre adoptiva, quien también fallece estando él pequeño. De John tomó su primer apellido, y mantuvo con él una tensa y conflictiva relación. El joven Edgar viajó con sus tutores entre 1816 y 1820 a Escocia y Londres, donde su padrastro iba a hacer negocios, y allá estudió en colegios ingleses donde eran importantes los deportes y la rudeza física. Por eso, el aspecto de Poe nada tiene que ver con el de un endeble poeta ebrio; era un hombre no muy alto pero atlético, fuerte, de 4 cuerpo proporcionado. Le gustaba practicar el box y es famoso el episodio donde nadó seis millas por la corriente de un río. Tenía una faz noble de ojos penetrantes, tristes y negrísimos, y una amplia frente.

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Don Juan.

Don Juan.

PRIMERA PARTE Yo, que soy el autor de este poema, ando buscando un héroe; es cosa extraordinaria que no pueda encontrarlo, cuando casi todos los días se nos presenta uno a quien las gacetas y las plumas sirven de trompetas de la gloria, hasta que al fin el tiempo descubre que tal héroe no es el verdadero. Pero yo no quiero cantar a gentes de esa especie, a héroes falsos; quiero celebrar a nuestro antiguo amigo don Juan, hijo de doña Inés, a quien todos hemos visto en el teatro bajar a los infiernos un poco antes de tiempo.

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